29 sept 2008

Una madre "adaptándose"


Querido hijo:

A la vista está que desde que comenzaste tus estudios de Informática tu nivel de comunicabilidad con el resto de tu familia ha ido en receso, al igual que tu capacidad para mantener un mínimo orden en tu mesa de trabajo y resto de tu habitación. Es por ello que he decidido tomar cartas en el asunto y ponértelo de manifiesto en los mismos términos que empleas a diario para dirigirte a nosotros, tu familia:

Viendo que tu sistema operativo no te permite mantener optimizado tu entorno de trabajo ni tus unidades de almacenamiento, he creído conveniente desfragmentar el espacio libre y poner orden en tu sistema de archivos.

Así pues, he liberado cantidad de espacio en tus unidades de alta capacidad (estanterías) y en las unidades extraíbles (cajones). He habilitado, junto a tu acceso telefónico, un espacio reservado a tus documentos, en el cual se encuentra tu libreta de direcciones y tu portapapeles, y he dejado espacio suficiente para que tengas acceso directo a tus herramientas de escritura y dibujo.

También he vaciado la papelera y restaurado la configuración visual de tus paredes, eliminando esos wallpapers tan pasados de moda.

Al escanear el resto del entorno, encontré algunas particiones ocultas, tales como el espacio entre el colchón y el somier.

Te recomiendo que guardes el software de "anatomía visual" en carpetas poco accesibles a tus hermanos, que aún son menores de edad, si no quieres sufrir la censura de la B.S.A. o, en su defecto, de tus padres.

La ropa sucia la he procesado con un programa largo y comprimido en tus unidades extraíbles. Te recomiendo que actualices más a menudo tu ropa interior, o de lo contrario habrá que pasarles periódicamente un Antivirus.

Como sé que encontrarás cierta dificultad a la hora de adaptarte a este nuevo orden, he sobrescrito la tabla de contenidos de tus unidades para que te resulte más sencillo encontrar lo que busques. Claro que puedes encontrar algún bug; es la primera vez que hago de administradora de sistemas. Si detectas alguno, comunícamelo y desarrollaré un patch.

Por último, he minimizado el desorden general de tu armario, he maximizado tu área de estudio y he puesto en funcionamiento un bucle condicionado que limitará tus recursos en caso de que no mantengas optimizado tu entorno.

Espero que todos estos cambios mejoren tu rendimiento y no sea preciso hacer overclocking en tus horas de estudio, ni limitarte el ancho de banda en tus comunicaciones.


Fdo: Tu madre


P.D.: Tu familia echa de menos una conversación normal.

23 sept 2008

"Tener un hijo" por Andreu Buenafuente



El verano pasado mi hijo Alejandro, cumplió 4 años, y, cuando sopló las velas, mi mujer y yo le dijimos:
- Cariño, pide un deseo. A ver, ¿qué has pedido?
Y el niño nos mira así, todo ilusionado, y nos dice:
- Una play station o un hermanito.
Y mi mujer y yo nos miramos. y dijimos:
- 'joder, la playstation son ochenta mil'

Así que fuimos a por la parejita. Si lo llego a saber, va ella sola. Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer.

¡Es verdad!. ¡Tu llevas un mes saliendo con una chica, estás parado, le caes mal a sus padres, no te quitas el condón ni para ducharte. Y la dejas embarazada a la primera!

Ahora, como vayáis a por el niño. Es mas fácil sacarla de España de tanto empujar, que dejarla embarazada..! Eso si, os ponéis los dos muy melosos:
Velitas, incienso, música de saxofón. porque piensas:
Vamos a hacerlo con mucho cariño para que sea fruto del amor.

Después de seis meses sin que se quede embarazada dices:
'A ver si va a ser mejor que sea fruto de un polvo'.

Sí, porque pasa como con el fútbol. Jugar bonito le gusta a todo el mundo, pero lo que cuenta es meter gol. Así que vais a consultar al ginecólogo y el tío te dice:
- Esto es normal. Tenéis que insistir más.

Total, que te receta los polvos como si fueran Frenadol:
- Tres al día cada 6 horas.
Cuando llevas dos meses a este ritmo, te quieres morir.

Lo peor es la semana de ovulación.. Porque, por lo visto en esos días sube la temperatura. y eso aumenta la fertilidad. Así que mi mujer está todo el día con el termómetro. Y claro, de repente, estás en medio de una reunión y suena el teléfono:
- Cariño, me ha subido. Vente corriendo. Tiene que ser ahora mismo.

Y a ver como se lo explicas a tu jefe:
- Mire, me tengo que ir., es que a mi mujer le ha subido la temperatura.
- ¿y no puede atenderla un médico?
- Hombre. es que preferiría que el niño fuera mío.

Y llegas a casa y te la encuentras ya desnuda y preparada., que dices: 'jo, yo así no puedo! Esto es como comer pipas peladas.!'.

Y es que ella no piensa en otra cosa. ¡coño, que parece un tío!
Y yo me siento como una máquina. Vamos, que cuando terminamos me dan ganas de decirle: 'Su espermatozoide, gracias!.

Y, encima, todo el mundo te da consejos: Hacedlo en la postura del misionero, con luna llena; que ella se ponga un cojín debajo y que después de hacerlo se pegue media hora tumbada con los pies en alto.

Joder! ¡La pobre! Es la primera vez que soy yo el que tiene que decirle a ella:
'¡Aguanta, aguanta un poco más!'

Al final, cuando vimos que no había forma, volvimos al médico, y va y me dice:
- Bueno, pues, lo mejor va a ser que se haga un análisis de semen, porque puede que tenga usted pocos espermatozoides.

Qué tú piensas: '¡Coño, seis meses.. a seis polvos diarios..! ¡lo que me extraña es que me quede alguno!'.
Y el médico:
- Aunque también podría tratarse de astenospermia. Lo que se conoce como...'Espermatozoides vagos'.

Y mi mujer:
-¡Buah.! ¡Pues va a ser eso.! Porque se pasa el día tocándose los huevos.

Y el otro:
- Usted no se preocupe, que si es eso, podemos extraerlos e implantarlos en el óvulo.
¡Si hombre.! Una cosa es que sean vagos. y otra ponerles taxi para recorrer doce centímetros.!

Y el médico:
- Es que ésto es muy difícil. Tenga en cuenta que de millones de espermatozoides sólo puede ganar uno.
- ¡Mira, como en Gran hermano!

El caso es que tienes que hacerte el análisis. Te meten en una habitación con un vasito y un montón de revistas porno. Y tú te sientas allí, a ver si se anima.

Pero estás mirando un montón de fotos de tías en pelotas y lo único que piensas es:
'¡Huy!, fíjate ésta... con las caderas tan estrechas va a tener problemas en el parto, ¿eh?... ¡Huy!, esta otra..con toda la silicona que se ha metido... ¡a ver como amamanta al niño!'

Y encima, mi mujer desde fuera:
- Cariño! ¿Has terminado ya? ¡En casa no aguantas tanto!
Total, que al final, con mucha buena voluntad consigues llenar el vasito.

Pero luego te pasas toda la semana jodido mientras esperas los resultados.
Lo peor de todo es que empiezas a dudar de que el niño que ya tienes sea tuyo. Miras al niño y piensas: 'Sí, de acuerdo, Alejandrito es clavado a mí, pero yo tengo una cara muy corriente'.

Y te acuerdas de esa insistencia de tu mujer en ponerle Alejandro. ¿Qué pasa, que Santi no es bonito?

Y ya para colmo es cuando llega tu suegra y le dice:

- ¡Ay, que niño tan listo.! ¿A quién habrá salido?
Qué ahí ya dices: ¡coño, es verdad.! ¡A ver si tampoco va a ser de mi mujer!

Pero de pronto reaccionas: ¡joder, me estoy emparanoiando! ¡Alejandro es mío!

Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, dejarla embarazada era más fácil:
Yo estaba en paro, mis suegros me odiaban, me ponía condón. ¡coño, lo teníamos todo a favor!

Al final nos dieron los resultados y por lo visto, no me pasa nada. Lo que tengo es estrés. Así que le he comprado al niño la Playstation; a ver si jugando me relajo un poco...

22 sept 2008

El yodo en la lactancia, imprescindible



La suplementación con yodo en la lactancia tiene como finalidad asegurar que el bebé recibe el yodo que necesita a través de la leche materna. La cantidad de yodo que haya en la leche depende de la ingesta de la madre, por eso es hay que tener en cuenta qué cantidad de yodo se está tomando.

Un bajo aporte de yodo en el bebé puede provocar bocio (aumento del tamaño de la tiroides) que puede ocasionar problemas respiratorios y/o de deglución. La carencia de yodo provoca además retraso en el desarrollo del Sistema Nervioso Central así como en el crecimiento y la maduración de los huesos del bebé.

Para asegurar el aporte de yodo idóneo se debe utilizar única y exclusivamente sal yodada para la preparación de la comida, consumir frecuentemente pescado de mar y, en caso de embarazo o lactancia, tomar una suplementación de yodo de 150-200 microgramos.

La población en general tiene suficiente con tomar 3 gramos de sal yodada, sin embargo las embarazadas necesitan 5 gramos de sal yodada para recibir el yodo que necesitan y los bebés necesitarían 2 gramos de sal. Pero los bebés no toman sal, por lo que el yodo les llega a través de la leche materna.

En estudios realizados por comunidades autónomas se evidencia que en 14 de las 17 comunidades estudiadas los niveles de yodo eran de moderadamente bajos a muy bajos.

Según la OMS, una mujer embarazada o lactante precisa 200 mcgr/día, aunque, por poner un ejemplo, en los citados estudios poblacionales se vio que en Madrid son necesarios 250-300 mcgr/día.

En caso de estar lactando a un bebé y quedarse embarazada de nuevo, la cantidad de yodo necesario aumenta. Lo lógico en esta situación es doblar la cantidad de yodo a tomar (400 mcgr/día).

Foto: Soldiraida (flickr)
Más información: AEPED
Extraído de Bebés y más

Marketing infantil: Como se ganan a nuestros hijos


www.Tu.tv

Hace años que no sólo los adultos somos los destinatarios de la publicidad. Está estudiado que los niños, desde los dos años, son capaces de reconocer una marca por sus colores y formas.

Teniendo en cuenta esto, los niños se han convertido en el objetivo de las grandes empresas y de los departamentos de Marketing, ya que suelen ser los que realmente eligen el producto a comprar.

Cuántas veces hemos vivido o hemos visto en los supermercados a los niños eligiendo el tipo de cereales (yo lo hacía, pillaba los que tenían el regalo más chulo), comprando el Cola Cao de 5 kg (yo lo hice, y no me gusta el Cola Cao, menos mal que a mis hermanos sí) o simplemente cogiendo algún artículo por el simple hecho de gustarles e intentar convencer a los padres de cuánto lo quieren.

Muchos adultos hace años que tenemos el “cerebro lavado” para comprar “tal artículo” porqué regalan “tal cosa”. Quién no ha oído o dicho nunca: "Mira, he comprado esto porque regalaban esto otro".

Pues esta misma estrategia de lavado es la que están llevando a cabo las empresas. Buscan marcas, logotipos, anuncios, regalos, cosas que llamen la atención. Cambian las formas de las cajas, el colorido, inventan personajes, se alían con el último personaje conocido del mundo del cine (ahora mismo sería Wall-E). En definitiva todo aquello que haga pensar a los niños que quieren o necesitan una determinada cosa.


Jordi Morillas, director de estrategia de Morillas Brand Design lo explica perfectamente: “La estrategia para captar a los niños es distinta (a la de los adultos). Son un público complicado que exige rapidez de recompensa, beneficio inmediato”. Es decir, los niños ven el objeto deseado y lo quieren para ya. Esto es un caramelo impresionante para las empresas, que deben luchar para entrar por los ojos de nuestros hijos.

Como se puede ver en el vídeo, las empresas contratan psicólogos y realizan estudios, no para elaborar un producto más adecuado al desarrollo o la inteligencia del niño, sino para conseguir que el niño lo quiera.

Un ejemplo (hay cientos) podría ser la serie Pocoyo, o los DVD de Baby Einstein. En un principio se vendieron y explicaron como series educativas. Sin embargo se ha demostrado que ni Baby Einstein es tan beneficioso, ni los psicólogos que trabajaron en la serie de Pocoyo tenían intención de hacer una seria más educativa para los niños, sino que tenían la misión de crear una serie como semilla del merchandising que iba a venir después.

Si queréis más ejemplos no tenéis más que mirar los anuncios de juguetes con mirada crítica. Niños sonriendo como si fueran los más felices del mundo porque tienen el juguete X. Por supuesto, sin él no serían nadie…

Jordi Morillas explica que suele ser más importante la promoción que el producto en sí: “la publicidad infantil también requiere un mensaje muy básico y prima la promoción respecto al producto” y pone como ejemplo el huevo Kinder "los niños buscan más el juguete que el chocolate" (que me lo digan a mí, la de huevos que compré por los muñequitos).

Las estrategias para conseguir vender productos pueden llegar muy lejos, y pueden hacer muchas cosas por conseguir que los niños necesiten cosas materiales y por convencernos a los adultos de que realmente las necesitan para ser felices o para desarrollarse adecuadamente.

Es una hipótesis mía, pero pienso que las estrategias conductistas, los métodos que intentan convencernos de que los niños necesitan hacerse independientes y autónomos mediante la separación, las teorías de evitar el contacto, de dejar llorar, de no coger en brazos, etc. no son más que maneras de conseguir niños con ansiedades y necesidades desplazadas por falta de contacto y cariño.

Para entenderlo, es algo así como el vaso de agua por las noches. Cuando un niño quiere estar con sus padres por la noche, por la razón que sea (miedo, se siente sólo, no puede dormir,...) y duerme en otra habitación, llama a sus padres para que vengan con él o directamente va a la habitación de papá y mamá. Si éstos niegan esa necesidad y le mandan continuamente de nuevo a su habitación o no hacen caso a sus llamadas, el niño acaba por tener que inventar una necesidad alternativa (necesidad desplazada) para satisfacer la necesidad original. Pide un vaso de agua, o explica un dolor de barriga.

Mamá, papá. Os necesito a mi lado. Necesito vuestro cariño y vuestro contacto para tener seguridad en el día a día y aprender junto a vosotros. No os tengo a mi lado tanto como necesito, no me hacéis caso cuando os llamo. Ya que vosotros no llenáis mi tiempo, dadme algo con que llenarlo.

Vídeo: Extracto del documental "La corporación".
Vía: El País
Extraído de: Bebés y más

1 sept 2008

No estoy preparado para dejar de colechar



Jon, nuestro hijo tiene 2 años y medio y duerme en la cama con nosotros desde que tenía uno o dos meses y lo confieso, temo el momento en que diga que se quiere ir a su habitación.

Algunos fines de semana nos vamos a la playa, a una casa que tienen mis suegros.
Allí tenemos la cama de "metrotreintaycinco" y una cuna al lado (que hace de guardajuguetes, como lo hizo la nuestra en casa).

Bien, pues hace unos días, jugando, Jon se metió en ella y dijo: "a mí" (a dormir!).

Se tapó y empezó a colocarse para dormir (lo de empezó a colocarse es una especie de ritual que tiene él con una serie de movimientos, giros y cabriolas, que le llevan un buen rato cada noche).

A los 30 segundos dijo: "¿ta papá?, "¿tá mamá?" - asomándose para vernos.
- Sí, estamos aquí en la cama... - le respondimos desde la cama que está justo al lado de la cuna.
- A mí - dijo de nuevo.

30 segundos después de levantó y dijo: ¡¡Ya tá!! - se levantó y volvió a la cama con nosotros.

Uff! respiré, porque lo pasé mal.

En esos 30 segundos se me hizo un nudo en el estómago y lo eché de menos. Se pasó por mi mente algo así como el fin de una etapa, el momento en que ya no quería estar con nosotros para dormir, el momento en que decía "papá, mamá, yo ya quiero dormir sólo".

Menos mal que sólo estaba jugando. No estoy preparado para que se vaya de nuestro lado.

Ahora recuerdo todos los consejos...

- Uhhh, si duermes con él ya verás, luego no se querrá ir nunca.
- Uhhh, como no lo saques ya, luego no podrás, porque cuando tenga 2 o 3 años ya sabrá que está ahí y no se querrá ir.
- Uhhh, los niños tienen que dormir en su cama porque necesitan su espacio.

Pues como digo siempre, no sé si necesita su espacio, de momento, su cama la tiene (sin estrenar) y no me ha demostrado que la necesite.
Y sobre si se querrá ir o no, pues de momento no, y eso me hace feliz.

A esas 3 frases yo añado una más contra el colecho:
- Uhhh, si vuestro hijo duerme con vosotros ya veréis, luego no querréis que se vaya.

Foto: Jon cuando tenía unos 7-8 meses jugando en su cuna.